jueves, 3 de abril de 2008

Juan Díaz, Primer aniversario


Hoy hace un año. Hoy hace ya un año que mi abuelo nos dejó. Nos dejó tras nueve meses de caida en picado. Mi abuela se fue nueve meses antes. Ni nos enteramos, un ataque al corazón fulminante. Y ese fue el inicio de la cuenta atrás de mi abuelo, que ese día empezó a morir y acabó nueve meses después.

Hoy, en ese aniversario, quiero hacerle un pequeño homenaje exponiendo lo que terminó siendo su panejírico. Es una poesía que escribió hace ya mucho tiempo, cuando todavía sus neuronas eran capaces de tener largas conversaciones entre ellas. En esta poesía expresa sus sentimientos, recordándo uno de los días más felices y a la vez más tristes de su vida, el día de la boda de su hija, mi madre. La rima es un tanto libre y puede que la métrica se haya tomado unos días de vacaciones, pero a mi me parece una de las poesías más bonitas que he leido nunca.

El sueño de un poeta

Soñé que volaba como golondrina
Y cortaban el aire mis brazos al viento
Cruzaba entre nubes muy cerca del cielo

Veía campos verdes sobre las colinas
Ríos que bañaban lunas y luceros
Lejos de barrancos, montañas y cimas
Pueblos, caminos, casas y senderos

Blancas carreteras como serpentinas
Sin miedo a las nubes ni a los temporales,
En sueños seguía mi caminar.

Divisando pueblos con sus campanarios
Crucé el inmenso azul del mar
Llegué a una isla de verdes corales
Cuyas gaviotas guardan el lugar
Para que no la aborden piratas corsarios

¿Ésto es un sueño? Mi mente decía
Cuando a San Antonio en vuelo llegaba
Y, echado en la arena, feliz descansaba
Sin ruido en las olas del mar otra vez dormía

Dormía, soñaba, y en sueños seguía
en aquella villa donde recordaba
la Iglesia que un día, de mi desgajaba
un tallo del cuerpo que a otro se unía.

Ley naturaleza, amor, Ley de vida
Que encuentra otra vida con fiel compañero
Y deja su hogar en plena sazón

Fue pesadilla de un pobre poeta
Que duerme soñando y en sus pensamientos
Camina volando entre nubes y vientos
Girando en el sueño como una veleta.

O vuela entre sueños como ave herida
Y como gaviota que encuentra un velero
que cura la herida de su corazón.


Juan Díaz Valentín
Mi abuelo, un hombre bueno

Albondón 20 de Mayo de 1920
Ibiza 3 de Abril de 2007

Descansa en paz...

1 comentario:

Itzara dijo...

Estoy segura de que tu abuelo allá donde esté se ha emocionado...precioso homenaje, nunca debemos olvidar de donde venimos..Un abrazo muy fuerte.